Llega la hora de organizar el banquete de boda y debemos estudiar cómo colocar a los invitados. Podemos optar por una colocación “libre”, en la que al llegar ellos mismos escogen dónde y con quién sentarse, yo esto no lo he visto nunca aunque se puede hacer, pero se corre el riesgo de que haya gente que se quede descolgada de su grupo si llega tarde…
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Lo ideal para mi gusto es colocar a los invitados en mesas concretas, numeradas y previamente organizadas, y ya en la mesa que cada uno se siente donde quiera. Las podemos “montar” por grupos de amigos, familia, o la típica mesa de “gente suelta” que podemos reunir para que coman y se diviertan juntos. O la mesa de los peques.
Normalmente, se suele poner a la entrada unas listas con la distribución de cada mesa para así saber cómo van a ir colocados los invitados, con los nombres y la mesa correspondiente.
Cuando estemos decidiendo cómo colocar a los invitados al banquete deberemos pensar en cómo van a ser las mesas (hablad primero con el restaurante); si va a haber mesas largas, mesas redondas… Es un tetris que se tiene que elaborar con tiempo y ganas para organizar a todos bien.
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Por lo general, en el banquete de boda hay una mesa presidencial que ha de estar más o menos visible para todos los invitados. En ella se sentarán los novios y padrinos (como os digo siempre, son consideraciones generales, ya que cada uno puede organizar su boda como mejor le parezca). Las circunstancias familiares de cada pareja determinarán quién se sienta en la mesa presidencial, pueden ser los padres, los abuelos, hermanos, amigos, en fin, cada uno elegirá a quién sentar a su lado.
Después, para decidir cómo colocar a los invitados, nos basaremos en la posición de la mesa presidencial. Habitualmente, las mesas más próximas serán para familia más cercana o amigos más íntimos. Podemos hacer mesas de ocho o diez personas, y sobre todo considerar la afinidad que haya entre ellos. A veces no es tarea fácil sentar a todos para contentar a todos, pero seguro que logramos el consenso y, además, en las bodas todo el mundo se lo pasa bien. De hecho, hay quien mezcla amigos y familiares para fomentar la relación entre todos los invitados, en España esto se hace menos (¿os imagináis qué pequeños desastres podrían aparecer?) y a mí personalmente me parece un riesgo innecesario y una tensión añadida. Cuanto menos innovemos, casi mejor.
Numerar las mesas para colocar a los invitados
A la hora de numerar las mesas para colocar a los invitados existen muchas posibilidades, con números, con nombres de ciudades, de países, de canciones, en fin, lo que la imaginación quiera. Estas listas con las mesas y los nombres se suelen colocar en la zona de entrada para que vean dónde ir a sentarse y con quién estarán.
Si optamos por mesas redondas, facilitaremos la conversación entre todos. Si son rectangulares al final no puedes hablar con las personas más alejadas, así que siempre que el restaurante o finca lo permita mi opinión es que es mejor las mesas redondas. La presidencial es más habitual casi verla rectangular, para que todos los integrantes estén de frente al resto de invitados.
